El equipamiento está situado en un entorno agrícola muy cercano a la ciudad de Lérida, rodeado de edificaciones dispersas cosidas por una carretera y que no generan un contexto claro.
El objetivo de fondo del proyecto es proporcionar un espacio de descanso para once caballos de competición.
Sin embargo, se busca ir más allá del objetivo básico y se opta por reivindicar la ubicación, el emplazamiento, y su contexto original. Se trata de dar respuesta a un entorno agrícola y generar un punto de partida para empezar a transformar y recuperar el entorno.
Se opta por la madera – de proximidad y fácil de integrar en el entorno – como material principal. Además, permite industrializar el proceso de construcción, lo que no solo reduce el tiempo de construcción, sino que también reduce la huella ecológica sobre el entorno rural en el que se ubica el edificio.
Un muro de hormigón y dos franjas de madera natural configuran la fachada de la nave, coronada por una cubierta a dos aguas que se apoya sobre cinco cerchas que se dejan ver en la fachada sur, para generar un porche en la misma. Un lucernario corrido en cubierta permite garantizar una luz difusa en el interior de forma que no se genere estrés sobre el animal.
